Sobre Yani la Doula de la Muerte

Soy Yani, acompañante en el proceso de morir, herbolaria y creadora de rituales.

Desde niña, la muerte me ha fascinado, no como algo que temer, sino como un gran misterio. Solía ​​tener sueños vívidos sobre ella: algunos pacíficos y luminosos, otros más sombríos. Al crecer en una finca en Buenos Aires, rodeada de naturaleza y la memoria de los pueblos originarios que alguna vez habitaron esas tierras, siempre sentí que la vida no podía ser una coincidencia. Todo parecía demasiado bien diseñado, y eso me hizo creer que debía existir algo más allá.

Mi primer encuentro profundo con la muerte ocurrió cuando la hija pequeña de la mejor amiga de mi madre falleció en un accidente automovilístico el día antes de mi cumpleaños. Ver el dolor de mi madre destrozó esa visión temprana de la muerte como algo natural y necesario. No podía dejar de preguntar: ¿Cómo puede morir un bebé? Esa pregunta me acompañó durante años.

Más tarde, recordé a mi madre señalando las estrellas cuando falleció su abuelo —Las Tres Marías (el Cinturón de Orión)— y diciéndome: «Esa del medio es su nuevo hogar». Esa imagen se arraigó profundamente en mí. Durante mi adolescencia, la muerte adoptó muchas formas —a veces incluso como una amiga, un susurro de escape— pero la vida me ha traído de vuelta al punto de partida. Ahora, me siento de nuevo como aquella niña que miraba las estrellas, conectada con la vida, la muerte y el vasto misterio del firmamento.

Con los años, me convertí en herbolaria, facilitadora y creadora de rituales, avanzando poco a poco hacia lo que siempre sentí como mi verdadera vocación. En 2025, me formé como acompañante de la muerte con Doulas de la Muerte en Girona, bajo la guía de Gemma Polo y Sophia Steiner; una de las experiencias más transformadoras de mi vida. Me llevó tiempo integrarlo todo, encontrar mi propia voz y recorrer mi camino a mi manera.

La medicina vegetal, la espiritualidad y la alquimia del alma —junto con la filosofía y la teosofía— están entretejidas en mi ser. Mirando hacia atrás, puedo ver cómo todo esto se convirtió en pistas dejadas por la propia Muerte, guiándome para reunir las herramientas que ahora llevo conmigo.

También soy madre de dos almas hermosas que me dieron el valor para recorrer este camino. La maternidad despertó en mí un profundo temor a la muerte, un temor que ningún control ni estudio pudo acallar. Con el tiempo, comprendí que la paz solo llegaría al expandir mi visión para incluir el más allá. Comencé a sentir la presencia de mis ancestros y de la Creadora misma guiándonos y protegiéndonos. Con esa comprensión llegó una ola de paz: la comprensión de que cada vida, por corta que sea, es plena y perfecta.

Esta comprensión dio origen a Antarala, que significa «el entremedio». Representa el espacio sagrado entre la vida y la muerte: ese momento liminal en el que empezamos a saber que estamos muriendo, pero aún estamos aquí.

Soy una persona de acción, y creo que este tiempo «entremedio» tiene el poder de transformar nuestra manera de afrontar la muerte. Por eso creé un programa que apoya a las personas a prepararse conscientemente para la muerte: reflexionar sobre la vida vivida, enmendar errores, encontrar la paz y aligerar el corazón, como en la antigua metáfora egipcia, donde el corazón debe ser tan ligero como una pluma.

Mi misión es acompañarte a ti y a tu cuerpo antes, durante y después de la muerte, ofreciéndote presencia, acompañamiento y compasión.

✨ Honro profundamente este trabajo. Lo amo con todo mi ser. ✨